Para mí también ha sido un privilegio haber compartido contigo este retiro. Además, me siento muy identificado con tu experiencia vital de estar “enjaulado” tantos años en un puesto de trabajo o en una empresa (en un lugar que sé que nos es el que me corresponde) y de ser una persona a la que le cuesta “ser social”. Gracias por abrirte con nosotros y permitir que yo también me abriera y contara una experiencia muy dolorosa
Ha sido un tiempo en el que he podido entender los beneficios de tener una mente sin interferencias, saber que todo depende de uno mismo, de que hay que vivir la experiencia del sentimiento, de la emoción, sentir lo que te está pasando, reconocerlo, no culpabilizarte por lo que sientes, por lo que piensas, simplemente reconocerlo, admitirlo y dejarlo pasar sin remordimientos
Desde luego este retiro lo tengo que volver a repetir en Gredos. Espero hacerlo cuanto antes, porque el espacio que se crea no es de este mundo que llamamos normal. El sábado por la noche, en mi casa, solo en mi habitación, me puse a llorar porque estaba a gusto con cómo me sentía, porque había sido un día pleno.
Gracias por haberme ayudado.
Un abrazo y nos vemos muy pronto